Podemos definir una válvula como el dispositivo con características móviles que permite la apertura y el cierre de una canalización para controlar el flujo de un fluido. Pueden ser manuales si las acciona una persona o automáticas si funcionan con otro tipo de mecanismos. Vamos a ver las características y los tipos de cada una de estas válvulas.
Tipos y características de válvulas manuales
Las válvulas manuales necesitan un accionamiento por parte de alguien para que cumplan su función. Las que se utilizan más habitualmente son:
Válvulas de bola o de esfera
Se llaman así porque contienen una esfera o bola con una perforación horizontal en la misma para regular el paso de líquidos. Según la posición de la maneta la válvula estará abierta o cerrada. Cuando está cerrada la perforación se encontrará perpendicular a la entrada y salida y, si está abierta, se alinea con la entrada y salida de la válvula. Se usan para interrumpir o dejar pasar el fluido.
Válvulas de globo
Suelen tener forma de globo, esférica, en ‘T’, en ‘Y’, etc, y están diseñadas para lograr una estanqueidad perfecta y una efectividad alta de flujo. Se compone de un deflector con un orificio que se conecta a un eje o vástago roscado donde se produce el accionamiento manual. Son usadas cuando se necesita un control preciso del caudal que circula a través de ellas.
Válvulas de mariposa
Estas válvulas funcionan mediante una rotación de 90º del disco y se utilizan para abrir o cerrar el paso de líquidos. La maneta de acción manual bloquea la válvula en una de las dos posiciones (abierta o cerrada). Dependiendo del modelo de válvula puede tener otras posiciones intermedias.
Válvulas de compuerta
Se llaman así porque abren y cierran el paso del líquido levantando o cerrando una compuerta. Se suelen emplear para flujos sin interrupciones, no para regular, debido a que podría erosionarse el disco. No se recomienda su instalación cuando se acciona mucho la apertura y el cierre porque el desgaste es muy elevado y el proceso lento.
Válvulas de regulación y control
Estas válvulas permiten controlar el flujo, la velocidad, presión y nivel del fluido. Utilizan termómetros o termostatos y, aunque pueden ser manuales, también funcionan con actuadores eléctricos, hidráulicos o neumáticos para automatizar y controlar mejor sus funciones.
Tipos y características de válvulas automáticas
Las válvulas automáticas son los dispositivos que no necesitan un accionamiento manual. Según cómo se accionen hay tres grandes tipos:
Válvulas que se accionan de manera hidráulica
Se utilizan para canalizaciones de agua, industrias e instalaciones de riego y se accionan mediante pilotos reguladores que pueden abrir, regular o cerrar el flujo. El accionamiento se produce cuando se ejerce presión sobre el manguito o la membrana elástica. Al tratarse de piezas con diseño simple y multifuncional son muy utilizadas en todo tipo de instalaciones con resultados óptimos también con bajas presiones.
Una de sus principales ventajas es que, dependiendo de la conexión que se realiza con los pilotos reguladores, se puede configurar un mismo cuerpo para que pueda funcionar de distintas maneras, es decir, que pueden actuar como electroválvulas, válvulas flotadoras de nivel o válvulas reductoras y sostenedoras de presión.
Si nos fijamos solo en las válvulas para agua podemos distinguir:
- Válvulas reductoras de presión: su cometido es conseguir reducir la presión aguas arriba de la válvula y mantenerla aguas abajo sin que influya la variación de la presión al principio del circuito, la demanda o el flujo.
- Válvulas sostenedoras de presión: están diseñadas para evitar oscilaciones aguas arriba y para obtener una presión mínima aguas abajo. Se regulan mediante un pilo y se activan por presión de línea.
- Válvulas reductoras y sostenedoras de presión: su principal uso es mantener la presión aguas abajo. Dos pilotos controlan la válvula para abrir o cerrar según los valores prefijados.
- Válvulas limitadoras de caudal: su función es controlar el flujo del agua en base a un valor preestablecido sin importar los cambios de presión que haya. Gracias a esta válvula se reduce el consumo, caídas de presión y posibles problemas de suministro.
- Válvulas controladoras del nivel del agua: se suelen emplear para el control de llenado y el mantenimiento de niveles mínimos en el depósito. Tienen un flotador horizontal modulante que interviene de manera independiente cuando hay cambios en el consumo.
- Válvulas de alivio rápido de presión: evitan una sobrepresión por cierre de la válvula o por bloqueo. Cuando esto ocurre la válvula se abre rápido mediante el piloto.
- Válvulas anticipadoras de sobrepresión: protegen de cortes de suministro, golpes de ariete o sobrepresiones.
- Válvulas de apertura anticipada: disponen de un piloto sostenedor y otro reductor para que una parada brusca afecte al sistema.
- Válvulas de control para bomba: regulan el ciclo de arranque de una red.
- Válvulas de control de caudal: cortan el suministro en caso de rotura de la conducción. Así se protege la bomba y se evitan pérdidas de agua.
- Válvulas de equilibrado: se usan para mantener el equilibrio de agua en circuitos de climatización y calefacción.
Válvulas que se accionan por solenoides
Se utilizan para regular el flujo de fluidos en procesos industriales. Son dispositivos electromecánicos que normalmente solo disponen de una posición para abrir y otra para cerrar. Se activan mediante una bobina solenoide que las distingue de las válvulas motorizadas.
Válvulas motorizadas que se accionan por actuadores eléctricos
Su característica principal es que disponen de un actuador eléctrico que se adapta al motor y decide cuándo se abre y se cierra la válvula. Se aplican en válvulas de dos y tres vías sobre todo en instalaciones de calefacción y climatización. Las hay de distintos tipos: servomotores, motores síncronos, histéresis, etc.
Válvulas motorizadas que se accionan por actuadores neumáticos
Del mismo modo que las válvulas eléctricamente actuadas, podemos encontrar válvulas actuadas mediante aire, es decir, con actuadores neumáticos. Estos pueden ser de simple efecto (con acción a fallo) o de doble efecto. Son más comunes en aplicaciones donde solo se requiera abrir o cerrar la válvula, sin regulación ni posiciones intermedias.
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